Al diablo se le cayeron los cuernos... o tal vez los ocultó

28.8.07

la cuenta

a él nunca le faltó nada. nunca le faltó la comida. nunca tuvo que cansarse haciendo el aseo. recibió muy buena educación. asistió a un colegio privado y tuvo profesores enseñandole en su propio cuarto. aprendió tres idiomas, se instruyó en artes, música. luego fué a la universidad. todas las navidades tuvo regalos, asi como en todos sus cumpleaños. lo consentían en todo. tenía autos, tenía computadores, tenía instrumentos musicales, tenia su propio gimnasio en casa. podía hacer lo que quisiera. podía salir y desaparecerse semanas, su cuenta aun tendría dinero, depositado mes tras mes. viajó por el mundo, conoció muchos lugares. estuvo en los mejores hoteles, en los mejores resorts. se codeó con los más famosos. y ahora nos preguntamos ¿por qué él está allí llorando tan desconsoladamente en una mesa sucia de un bar de segunda? ¿qué lo trajo hasta aqui? ¿por qué llora? ¿por qué está tan despedazado? que nosotros sepamos nada le ha faltado. ¿por qué entonces él llora?
una de las meseras se le acerca, le susurra algo al oido. lo toma del brazo, y lo conduce por un pasillo. lo sienta en una silla, le pasa un pañuelo por el rostro secandole las lagrimas que no paran de caer. ella lo abraza y le da un beso en la mejilla. luego le da un beso en la boca. el comienza a calmarse. ella le pasa un vaso con licor. el se lo zampa. uno, tras otro, tras otro, tras otro hasta que las lagrimas vuelven a salir. ni los besos ni los abrazos lo pueden calmar ahora. ni el licor. ni su cuenta bancaria. ni sus estudios universitarios. ni sus autos. ni sus amigos. ni su familia. él llora, pero no sabemos por qué. con el pasar de los minutos su llanto se calma y él se para. la mesera trata de ayudarlo pero el no presta atención. vuelve a su mesa, se sienta y saca un pañuelo. se limpia el rostro y toma un profundo respiro, entonces pide la cuenta. son $34.75. él paga, deja la propina, agradece y toma un taxi de vuelta para su casa.